Por Ricardo Bustos
En algún momento se dijo que los jóvenes copian los actos de los mayores y por ello al no tener control alguno sobre sus cuerpos dada la irresponsabilidad casi lógica de la adolescencia, se producen casos como los que lamentablemente estamos comprobando por estos días, con fiestas extrañas en donde el único objetivo no es la diversión sino drogarse por mas que sean muchos los jóvenes que no se involucran en el consumo de sustancias nocivas, pero la realidad es que todos las conocen y eso ya es grave porque por temor muchos callan en vez de denunciar.
Si de gravedad hablamos, quizá lo peor es fruto de la mala cabeza de muchos padres que al estar prohibida la venta de alcohol a menores que, generalmente está destinado al consumo en fiestas particulares que se realizan en casas quintas o bien en sus propios hogares con el beneplácito de los progenitores y el control de nadie.
La escena presenciada en un supermercado, muestra a los padres de un menor con su «changuito» repleto de bebidas alcohólicas, energizantes, mucha agua mineral, alguna gaseosa y para comer poco y nada porque sus hijos no pueden acceder por ser menores.
Así las cosas poco podemos cambiar en la sociedad ya que los que tienen que poner firmeza a la hora de controlar lo que ocurre en su propia familia son quienes provocan los desastres mas grandes en la salud de sus hijos.
La verdad es que cuando hablamos de instituciones gubernamentales como el SEDRONAR, nos merece la misma confianza que el INDEC, pero como es lo que hay, supongamos que existen en sus datos ciertos rangos de certeza tratándose de algo tan delicado como el consumo de alcohol o drogas prohibidas en los menores.
Se sabe que los adolescentes de menos de 14 años en el lapso que va desde la «previa» a la «matiné» ya toman alcohol en cantidades peligrosas para su salud.
La SEDRONAR, realizó una encuesta en mas de 1000 escuelas de todas las provincias y desde cinco años a esta parte el consumo subió mas del 10%. Como si fuera poco el consumo de alcohol, ahora debemos sumarle algo tan común como esos energizantes que nos muestran por televisión con modelos fluorescentes, algo que para los adolescentes es pertenecer a un grupo superior porque entre ellos se sabe que si se quedan fuera de ese sistema «no existen».
Esos venenos energizantes de venta libre y publicidad masiva son hoy la sustancia psicoactiva mas consumida ya que mas del 60% de las chicas y chicos dicen haberla probado, encima mezcladas con alcohol.
El momento en que los chicos que tienen hasta 14 años para tomar Gancia, fernet o energizantes, se da antes de las 19 hs que es cuando ingresan a la matiné hasta las 23 y siempre encuentran algún lugar que les venden sabiendo que está prohibido sin ninguna consecuencia legal que afecte el comercio que produce el ilícito.
Uno de los chicos encuestados de apenas 13 años que asiste a una escuela privada en Capital Federal, dijo que «toman porque así parecen mas grandes y porque si no te quedas afuera. El que toma después lo cuenta y si nunca tomaste, los que si tomaron vienen y te dicen …¿sos boludo que nunca probaste?.
Quizá lo mas triste sea el resultado de una encuesta que realizó el gobierno de la Provincia de Buenos Aires a los padres de niños y adolescentes porque con mucha seguridad el 80% respondió que sus hijos no consumen nada.
En algo estamos fallando y no nos damos cuenta o no queremos asumirlo, pero si es cierto que la responsabilidad, ese elemento indispensable a la hora de controlar a nuestros hijos, hoy está en manos de cualquiera menos en las de los que tiene que estar.
Siempre hubo problemas económicos, guerras, revoluciones, cambios de gobierno, huelgas, gente desocupada y pobres, pero lo primero que se protegía era la integridad física y moral de los menores, algo que lamentablemente hoy no está ocurriendo.
Los jóvenes hoy ven a la familia como una institución vieja, desgastada, sin razón de ser y por ende así ven a sus progenitores. La pregunta que se impone quizá sea ¿Y los mayores como ven a esa hermosa institución llamada juventud?.
Quizá al ver la actual irresponsable forma de vida de muchos mayores que piensan que la adolescencia se les quedó pegada en el cuerpo y alma por lo que vemos con su manera de actuar en la sociedad, surja alguna respuesta que nos acerque un poco mas a la realidad que hoy deben vivir los jóvenes que no tienen lo mas bello que les debe dar la vida… amor y comprensión.
Como la letra con sangre entra, en España se dieron cuenta (tarde) sobre los estragos que producen las drogas y el alcohol en los jóvenes, así que ahora la nueva legislación le cobra una multa de 600 euros a los padres de los niños que encuentran drogado o alcoholizado y 600 mas al comerció que le vendió el alcohol.
«La gente habla de la mayoría de edad. Eso no existe. Cuando uno tiene un hijo, está condenado a ser padre durante toda la vida. Son los hijos los que se apartan de uno. Pero los padres no podemos apartarnos de ellos». Graham Greene, novelista británico (1904-1991)
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556